sábado, 4 de diciembre de 2010

Cristo viene al mundo para hacerlo nuevo




Creemos que no siempre habrá oscuridad
para las personas que ahora están en angustia y aflicción
a causa de la marginación, la injusticia, la discriminación, el estigma de la enfermedad.
Porque Cristo es luz.

Creemos que no siempre las personas vivirán enemistadas y separadas
por odios o rencores, por diferencias culturales o ideológicas,
por su condición social o económica, por credos, razas u opciones sexuales.
Porque Cristo es reconciliación.

Creemos que las puertas no siempre permanecerán cerradas a la vida,
que caerán los muros que encierran la libertad y la dignidad,
y que se superará toda forma de violencia y opresión.
Porque Cristo es la paz.

Creemos que no siempre habrá mesas vacías y mesas de opulencia,
porque la mesa de la creación es para todos y todas,
porque los frutos de la tierra son riqueza común que debe ser compartida en equidad.
Porque Cristo es el sol de justicia.

Creemos que el agua ya no será contaminada y será suficiente y saciará toda sed.
Creemos que nadie se apropiará de los ríos y nadie cercará los manantiales,
que nuestros hielos seguirán siendo eternos y la lluvia sagrada bendición.
Porque Cristo es puro y transparente.

Creemos que algún día el lobo ya no querrá matar al cordero
y que las criaturas podrán jugar sin miedo a las serpientes del abuso,
del engaño, del abandono, del secuestro, de la desnutrición, de la indiferencia.
Porque Cristo entra en la creación.

Creemos que una tierra libre y justa,
en la que sea posible convivir en armonía,
en la que haya espacio y oportunidades para cada persona
no es un lejano sueño sino una cercana realidad.
Creemos que otro mundo es posible.
PORQUE CRISTO VIENE AL MUNDO PARA HACERLO NUEVO.

El secreto de San Francisco