Convertirse es mirar
Convertirse es mirar en otra dirección, más allá, más lejos, más profundo.
Convierte mi mirada, Señor:
- para que sepa ver el amor escondido;
- para que descubra las heridas de quienes me rodean, y quiera curarlas;
- para que vea más problemas reales y menos figurados;
- para que perciba las lágrimas ajenas;
- para que mire al mundo como es y lo ame y me deje amar, y encuentre un día que soy parte de algo grande.
- Transforma mi mirada, Señor, para que intuya las posibilidades de paz, de concordia, de justicia, de amor.
- Convierte mi mirada, Señor.
Convertirse es comprometerse
Convertirse es comprometerse un poco más, un poco mejor...
Hazme alguien comprometido con mi mundo, Señor.
- Dame una causa, mil causas, por las que luchar, trabajar, soñar, esforzarme.
- Dame coraje para perseverar cuando el camino se haga difícil.
- Dame paciencia para sobrellevar los obstáculos sin rendirme.
- Dame ilusión para seguir creyendo cuando me quede sin apoyos.
- Dame fuerza para complicarme en batallas buenas.
- Dame manos para acariciar, pies para caminar, palabra para cantar, siempre a favor de un mundo bueno.
- Hazme alguien comprometido con mi mundo, Señor.
Convertirse es creer...
Convertirse es creer en mí, en ti, en las posibilidades.
Dame fe, Señor.
- Fe en las posibilidades de una creación, que, aun rota, sigue siendo tu mundo.
- Fe en que los seres humanos somos capaces de algo verdaderamente grande, pese a todo lo que hoy nos vuelve escépticos.
- Dame fe, Señor, en que, a pesar de lo frágiles que somos, sin embargo tu fuerza puede manifestarse en nosotros.
- Ayúdame a creer en el ser humano, a pesar de los escenarios de miseria, destrucción, odio, capacidad para seguir soñando, y creer que el futuro puede ser bueno...